Nuevo Centro de Innovación Alimentaria es adjudicado a la UTalca junto a otras tres universidades
El proyecto financiado por Corfo a nuestra casa de estudios, junto a la Universidad Católica de Chile, Universidad de Chile y la Universidad de la Frontera tendrá una inversión de más de nueve mil millones de pesos en un lapso de diez años.
Un nuevo centro tecnológico de alimentos a nivel nacional, capaz de coordinar las capacidades tecnológicas existentes y establecer un centro nacional de pilotaje dedicado al desarrollo y escalamiento comercial de productos en base a alimentos procesados, es el nuevo proyecto adjudicado a la UTalca y tres instituciones.
Se trata del Centro de Innovación Alimentaria, CETA, proyecto lanzado por la Corporación de Fomento, Corfo, que tendrá el fin de potenciar nuevos emprendimientos e innovaciones para sofisticar y diversificar la matriz alimentaria chilena. Participarán como co-ejecutores Fraunhofer Chile y Fundación Chile y buscará asociarse con instituciones como Chilealimentos y Conicyt.
Gonzalo Herrera, vicerrector de Innovación y Transferencia Tecnológica de la Universidad de Talca, argumentó que la cadena de valor de la investigación y desarrollo en el área de alimentos en Chile está incompleta, y desde ahí nacen muchas de las dificultades para vincular a las instituciones de investigación o universidades con las empresas.
“Por un lado están las universidades que realizan investigación con resultados en el área de de alimentos, y por otro lado hay una industria que genera nuevos productos, pero que está solicitando a estas instituciones participar de este proceso. El vínculo de estas partes requiere de una infraestructura que es muy escasa en Chile, como institutos tecnológicos o entidades que hagan el I+D, y que unan investigación con resultados junto a los requerimientos del sector productivo. Es a esa necesidad a la que apunta el CETA, instalar capacidades en el país que permitan probar y desarrollar nuevos productos ya orientados hacia los mercados que provengan de resultados de investigación”, destacó Herrera.
Los clientes del CETA serán emprendedores, pequeños empresarios, empresas medianas y consolidadas que buscan generar productos innovadores en el área alimentaria; y que por falta de acceso no pueden lograr esta meta.
El foco del centro será diversificar y sofisticar la matriz alimentaria chilena con fines de exportación; como también la generación e inserción de capital humano avanzado y contribuir al crecimiento regional de la industria alimentaria.
Las acciones que realizará este centro en su planta piloto serán organizadas en áreas temáticas como: desarrollo de ingredientes/insumos, desarrollo de procesos/productos alimenticios y Desarrollo de Empaque. Además existirán otras áreas temáticas claves como la trazabilidad/inocuidad y la valorización de subproductos/materias primas.
“Hoy poseemos niveles de prueba muy pequeños a nivel de laboratorio y plantas productivas muy grandes. Este tamaño intermedio para probar nuevos prototipos y desarrollos es precisamente lo que aportará el nuevo Centro de Innovación Alimentaria fundamentalmente”, concluyó Herrera.