Científicos de la Universidad de Talca crean biofertilizante líquido con desechos orgánicos de la agroindustria

A partir de la existencia de biofertilizantes en forma artesanal y sin un estándar que mantenga su calidad en el tiempo, El Centro Tecnológico de Suelos y Cultivos (CTSyC) de la Universidad de Talca se encuentra creando este producto que se realiza de manera estandarizada y con la certeza que en su aplicación, tendrá un efecto en el tiempo en diversas áreas de la producción agrícola.

Un biofertilizante líquido que permite la sustentabilidad y el cuidado del suelo donde se cultiva, es el nuevo proyecto del Centro Tecnológico de Suelos y Cultivos de la Universidad de Talca. El producto además tiene como antecedente clave que se produce a partir de los desechos agroindustriales como los generados en los “packing”, y con el estiércol de la ganadería mayor.

Lo que se desarrolla con este producto además es la revalorización económica y sustentable de los residuos orgánicos que dejan de ir a un vertedero o relleno sanitario, y se producen a partir del compost, que se obtiene de los desechos orgánicos en procesos de cultivos (leguminosas, frutales, y desechos de packing) y la ganadería mayor como es el estiércol. Con este compost se alimentan lombrices de una especie californiana arraigada en Chile generando el humus.

El humus tiene una alta calidad en sus características nutricionales para los cultivos, con lo que se elabora a partir de este, un biofertilizante líquido con sus componentes nutricionales más importantes como por ejemplo los ácidos húmicos. Este producto se procesa de manera acuosa, ya que permite una efectividad mayor y directa en la nutrición de los suelos y cultivos.

El producto se certificará como orgánico ya que sus componentes de los cuales se elabora fueron producidos naturalmente, como el humus de lombriz y el estiércol. Materias primas y trazabilidad de producción que permitirá el sello de certificación, pudiendo ser usado como insumo para diferentes sistemas productivos orgánicos, como frutales, vitivinícolas, producción de cultivos y viveros, entre otros.

Otra de las características fundamentales de este biofertilizante es que ayuda a la fijación de Carbono, contaminante clave en el cambio climático provocado por el calentamiento global, ya que en la elaboración de residuos orgánicos que van a compostaje (se convierten en compost) se fija el Carbono reduciendo las emisiones a la atmósfera en forma de CO2.

“Esta idea nace con el fin de contribuir a proteger el suelo para evitar que pierdan sus características naturales y se empobrezca. En la medida de que el suelo está sano va a producir alimentos saludables, por lo que este biofertilizante ayuda a una buena nutrición y además colabora con el cuidado del medio ambiente”, explicó Hernán Paillán, director del CTSyC,

AGRICULTURA ORGÁNICA

De acuerdo a las proyecciones de organismos internacionales, hay un aumento de la Agricultura Orgánica a nivel mundial, la que ha sido incentivada por la necesidad de disminuir los niveles de contaminantes del suelo y de la atmósfera, que finalmente dañan la vida de los seres humanos. Chile no se ha quedado atrás, ya que existe un crecimiento de la superficie dedicada a la Agricultura Orgánica principalmente para alimentos de exportación, la cual ha experimentado un crecimiento sostenido, y se estima siga creciendo.

“Este biofertilizante lo que hace es complementar los manejos normales de fertilización orgánica y normal de un cultivo. Se realiza en forma líquida (a través del riego) a las plantas alimentando a la flora bacteriana presente en los suelos, aportando compuestos a estos para generar nutrientes”, agregó Paillán.

En el mercado de insumos orgánicos los productos actuales carecen de valores definidos respecto de lo que aportan, así como tampoco una metodología de extracción que pueda ser utilizada de manera sistemática en el tiempo y que asegure un mínimo de componentes dentro de la solución.

EQUIPAMIENTO Y ELABORACIÓN PROPIA

Actualmente el CTSyC se encuentra desarrollando pruebas pilotos para conocer la metodología a utilizar en el trabajo durante los 4 años que durará el proyecto, que se está en evaluación en CONICYT.

Por otra parte los científicos de este centro tecnológico de la UTalca están construyendo, a partir de elementos tecnológicos ensamblados en este centro, un propio un equipamiento de extracción del biofertilizante para convertirlo en líquido.

El proyecto cuenta con un nivel de investigación y desarrollo para lograr un primer prototipo, además de una evaluación en cultivos orgánicos y transferencia de estos conocimientos en talleres para agricultores y estamentos públicos.

Cabe destacar que la Empresa Tierra Nueva (Humus Origen) es parte de la investigación, aportando el material inicial y su experiencia en la elaboración de preparados en base a humus de lombriz.