Universidad de Talca generó los primeros clones de maqui en Chile
La única forma de obtener maqui en la actualidad es mediante la recolección de los frutos de árboles silvestres, debido a que todavía no se ha desarrollado un paquete tecnológico para su producción comercial. Por esta razón, el volumen que se obtiene es limitado y su costo es alto. Con la presentación de los primeros clones de maqui ante el SAG, comienza un proceso de registro para que los agricultores al fin puedan producir el codiciado berry chileno.
Un total de ocho años ha demorado el proyecto para poder finalmente seleccionar clones de maqui con características productivas e industriales superiores, un trabajo realizado en conjunto por la Universidad de Talca y Fundación Chile.
“La solicitud de inscripción de los tres clones seleccionados constituyen un importante hito en el largo trabajo que ha desarrollado esta alianza entre la Utalca y Fundación Chile. Estas primeras selecciones son el punto de partida para el establecimiento comercial del maqui en Chile, ya que seremos pioneros en ofrecer variedades que permitan producciones relativamente homogéneas y estables en el tiempo”, afirmó Patricia Klein, Directora de Transferencia Tecnológica de la Universidad de Talca.
Por su parte, la jefe de Proyectos de Fundación Chile, Verónica Larenas, explicó el impulso que tendrá la industria del maqui con estas variedades. “Estos frutos tienen una gran demanda en el mercado internacional debido a que poseen múltiples beneficios para la salud. Este proyecto es una oportunidad para seguir potenciando la industria de los antioxidantes en el país, como ya ocurrió con las frambuesas y los arándanos”.
El inédito desarrollo, es un gran mérito del equipo de investigadores que participó en los distintos procesos para la selección de material genético de maqui. Así lo manifiesta la directora de Transferencia Tecnológica, “es destacable que una universidad estatal como la Utalca introduzca por primera vez en Chile tres variedades que permitirán producciones relativamente homogéneas y estables en el tiempo, mejorando la oferta de materia prima exportable y agroindustrial”, comentó la directiva.
“Este importante hito le permitirá a la Universidad de Talca poner a disposición del mercado un recurso frutal distinto que es altamente demandado en el mundo. De esta forma podremos transformar a Chile en un productor certificado de maqui, a partir de material vegetal que está probado en cuanto a su productividad”.
Arándanos versus Maqui
Al comparar el arándano con el maqui, se aprecia que los volúmenes de producción son muy distintos. En la temporada 2014-2015 se produjeron 140 mil toneladas de arándanos frescos, mientras que de maqui, se estima que este valor fluctuaría entre 500 y 600 toneladas anuales de frutos frescos, lo que corresponde a 200 toneladas de producto procesado bajo diferentes formas (congelados, polvo, jugo, conserva, deshidratado y otros).
El proyecto para obtener clones de maqui comenzó con el estudio de macales silvestres ubicados en distintos puntos de Chile, a partir de los cuales se hizo una selección inicial de plantas. Luego, con fines experimentales, se plantó este material en diferentes climas y ambientes para observar el desarrollo de los árboles, y definir el tipo de manejo que permite aumentar su productividad.
“Actualmente, la cosecha del maqui no es sostenible debido a que los recolectores cortan las ramas de los árboles y las sacuden para que la fruta se desprenda. El proyecto busca evitar esta mala práctica y proteger el material vegetal silvestre para que la agroindustria pueda cultivar el maqui de forma rentable, además de tener un abastecimiento permanente” agregó Verónica Larenas, experta de Fundación Chile.
La investigadora de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad de Talca, Hermine Vogel, quien lidera el proyecto, explica los principales aportes que involucra este desarrollo para Chile. “Los tres clones que registraremos permitirán obtener frutos de maqui de calidad homogénea para la elaboración de productos estandarizados, ya que son variedades que han sido estudiadas y probadas en diferentes lugares para respaldar los buenos términos de rendimiento y calidad de los frutos”, indicó la especialista en mejoramiento genético.
“El material genético seleccionado involucra un importante factor para el mercado, ya que mantendremos una variabilidad genética para ofrecer diferentes clones a los agricultores. De esta forma si alguna planta estuviera susceptible a heladas o alguna enfermedad, existirá la posibilidad de optar por otra variedad, para disminuir el riesgo de perder una producción total”, destaca la investigadora para referirse a otra de las ventajas que optimizarán la producción de maqui.
Las bondades del maqui
La explotación del maqui está asociada al interés por la alimentación saludable debido a que tiene una capacidad antioxidante muy superior a los otros berries. El método ORAC mide esta capacidad en los frutos, determinando que el arándano posee 6.500 unidades ORAC; el acaí, 16.700; y el maqui alcanza los 27.600, siendo superado solamente por el calafate, que también es un fruto nativo chileno.
Asimismo, dentro de las propiedades del maqui está la de contribuir a regular la glicemia, por lo tanto, a controlar la diabetes, e incluso se está investigando el efecto que produce en la prevención del desarrollo de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.
En virtud de estos antecedentes, tanto empresas como consumidores demandan el fruto, lo que abre una puerta para su desarrollo de manera no tradicional. “En este sentido, se pueden crear variados ingredientes funcionales en diferentes formatos a partir del maqui, por ejemplo deshidratado o en polvo para que se pueda agregar a otros alimentos” apuntó Verónica Larenas especialista de Fundación Chile.
El abastecimiento de frutos de maqui para las industrias experimentará un positivo impacto gracias a las técnicas de manejo del cultivo y el óptimo manejo de postcosecha que permitirán aumentar considerablemente la producción de este demandado fruto. “A través de este estudio tenemos evidencias sólidas que nos permitirán proteger las producciones silvestres que existen en el país y promover el maqui cultivado”, agregó la investigadora de la Universidad de Talca.
Gracias a las propiedades del berry, el proyecto de los clones de maqui responde a la demanda del mercado internacional por alimentos que contribuyan a mejorar la salud. Además, la iniciativa abre la industria para continuar el desarrollo de los antioxidantes en Chile.